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Stargazery es una banda de Heavy Metal Melódico de Finlandia y éste “Eye on the Sky” es su álbum debut.

Empiezan con “Dying”, una canción muy buena para arrancar el álbum, tiene fuerza pero a la vez es muy melódica posee unos increíbles riffs iniciales que son el enganche perfecto  y a la vez incorporan en los teclados un sonido más característico del power metal que del AOR.

Luego le sigue una canción un tanto oscura llamada “every time I dream of you”, es interesante pues al principio suena balada pero conforme avanza la canción se pueden sentir pinceladas de Doom Metal en la melodía.

“Eye on the sky” es una canción saltable, no aporta gran cosa al disco y es fácilmente olvidable,  esto a diferencia de “How Many Miles” que tiene un buen intro y termina siendo una canción épica con una gran combinación entre el solo de guitarra y el teclado.

A este punto del disco ya se pueden sentir claramente las influencias de ésta banda, nos recuerda cierta época de Whitesnake en su era más hard rockera y desde luego a Rainbow en su etapa con Joe Lynn Turner.

“I am the night” es un corte un poco diferente,  tiene todos los ingredientes para ser una canción de Stratovarius esto por su sonido powermetalero moderno, pero bastante disfrutable.

“Jester of Kings” a mi gusto es una de las  canciones fundamentales del disco por  tener un estribillo bastante pegajoso, lástima que a la canción se le metió mas teclado que guitarra, un poco mas pesada hubiera sido una pieza musical épica.

De “Judah (The Lion)” lo interesante es que incorporan violines suaves y el solo de guitarra no tiene un sonido “metálico” sino más bien “plástico” por su suavidad, creo que es un poco difícil de explicar.

Hay que reconocer el gran trabajo vocal de Jari Tiura, que en la canción “S.O.S” intenta sonar como el mítico Ronnie James Dio al final de la canción y realmente le sale bien.  El álbum cierra con “Headless Cross” un cover de Black Sabbath.

En términos generales es un disco de rock pesado muy melódico que se disfruta pero no aporta demasiado, lo mejor definitivamente es el vocalista.

7.5/10


Toxic Holocaust es una banda de Blackened Thrash Metal estadounidense formada en 1999 y éste “Conjured and Command” es su cuarto álbum de estudio.

Siguiendo la línea de sus anteriores discos, este nuevo lanzamiento es lo mejor que han hecho en su carrera, tal vez suene un poco arriesgado, pero es necesario decir que “Conjured and Condemed” es uno de los mejores discos de thrash metal de este año.

El álbum tiene 10 canciones con un tiempo de duración de tan solo 32 minutos pero a pesar de ser tan corto no le sobra ni le falta nada, es de esos discos que se pueden escuchar una y otra vez sin llegar a cansar. Podríamos decir que Toxic Holocaust en éste corte logra emular de manera eficiente el sonido más oscuro del Thrash Metal de bandas de tal calibre como Sodom o de los clásicos Venom.

De principio a fin se puede sentir la atmósfera de pura agresividad y violencia, su sonido es sencillo pero a la vez brutal como si se tratara de una banda de Thrash ochentera, en todo caso creo que eso es la mayor virtud de la banda, tirar hacia el sonido “clásico” y no hacia la “modernidad”.

El inicio del álbum no puede ser más acertado pues “Judgment Awaits You”, la canción elegida como sencillo, de menos de dos minutos deja entrever la potencia que va caracterizar todo el trabajo. Tanto “Agony of the Damned” como “Bitch”, las canciones que le siguen, están cargadas de riffs de velocidad alucinante y “Red Winter” destaca por su intro de aproximadamente un minuto donde el baterista llega a hacer un excelente trabajo rítmico.

“Nowhere to Run” es fácilmente identificable como la canción definitiva del disco, para mi la mejor y más recordada al igual que “The Liars are Burning”  por sus respectivos coros que invitan a mover la cabeza con desenfreno.

Con “I Am a Disease” me viene a la cabeza una nueva forma de describir el sonido de éste genial disco, Thrash Metal sucio y duro apenas para los fanáticos más acérrimos del género que no aceptan las bandas con sonidos adornados, sino mas bien pura descarga de energía que se mantiene en lo mas alto.

En general recomiendo al 100% este trabajo de Toxic Holocaust, en especial para los fanáticos más exigentes del género de lo que estoy segura que no saldrán defraudados.

9/10


Queensryche ya no es la banda que era, eso es lo que debe quedar en claro para quién escucha este disco con la esperanza de encontrar un nuevo “mindcrime” o “empire”, a mi me pasó que estaba buscando heavy metal y me topé de frente con un disco enteramente progresivo experimental.

Probablemente sea mi culpa por haberle perdido la pista a la banda  a partir del “mindcrime II” que todavía sonaban divertido, pero el problema es que no me dio tiempo de acostumbrarme a este nuevo sonido que presentan los legendarios estadounidenses. Nada es como antes y yo, que no entiendo nada de metal progresivo, puedo decir que es un disco que se puede disfrutar si no se le lleva mucha expectativa y se entiende y tolera la experimentación de la banda, caso aparte es el mío, que  me pareció bastante aburrido.

Es obvio que Geof Tate sigue teniendo la misma calidad vocal de hace años y hasta podríamos decir que se luce más en las canciones de éste álbum pues son mucho más lentas y suaves de lo acostumbrado, pero eso si acompañadas de mucha experimentación y uso de la tecnología.

Dentro de mi infinita ignorancia de los sonidos progresivos, el disco en sí no me parece que debería llevar la etiqueta de “metal”, esto me suena simplemente a U2 (sin despreciar a los irlandeses) con computadora de ayuda y algunos saxofones. Aún así con toda esa ayuda no encuentro ninguna canción memorable dentro de tanto adorno musical.

En resumen fue una decepción de principio a fin y eso que considero una hazaña llegar hasta el final de las canciones, pero de todas formas les respeto mucho su trayectoria que grandes discos dejó y al fin y al cabo a estas alturas de su carrera pueden experimentar todo lo que quieran ya que su fama jamás se les va escapar.

Calificación: 4.5/10


Saxon es una banda tan clásica que dar una reseña histórica de su carrera sale más que sobrando, aún así debemos recordar que se formaron en 1976 por lo que fueron los líderes de la NWOBHM y de ese momento a la actualidad han pasado por constantes cambios en su alineación por lo que en éste momento sólo cuentan con Biff Byford (cantante) y Paul Quinn (guitarrista) de las filas originales.

A pesar de eso han sabido mantenerse vigentes dentro del mundo del heavy metal sacándo albumes cada cierto tiempo para no pasar al olvido y haciéndolo de la mejor forma: sin comprometer su sonido original.

Últimamente los mejores discos que salen al mercado tienen el sello clásico, bandas como Accept o los mismos Saxon parecer querer dar una lección de heavy metal a todas esas bandas nuevas que quieren sobresalir pero siempre van a vivir a la sombra de los grandes que le dieron fama a éste subgénero del metal.

Éste “Call To Arms” es todo lo que debe ser un disco de heavy metal, desde la primera canción “Hammer of The Gods” ya uno queda completamente enganchado por la tormenta de riffs y por el notable buen estado que tiene la voz de Biff que no falla en ninguna de las siguientes canciones del disco.

Como es una banda clásica no se pueden evitar las comparaciones y en la segunda canción “Back to 79” con sólo ver el título ya uno espera algo tipo “Denim and Leather” que de por sí creo que la misma canción es una alusión a éste clásico. No defrauda la canción pero se trae abajo la expectativa de escuchar un nuevo “himno” de la banda.

Un punto positivo del álbum en su conjunto es que la duración de las canciones es lo adecuado para que se muestre suficiente potencia pero sin llegar a aburrir, es un disco con canciones directas pero adornadas en algunos tractos.

La canción que le da nombre al disco viene en dos versiones una más “heavy” y otra “heavy” pero con orquesta agregada, obras de arte las dos pero la más llamativa es la instrumental por tener tan buenos arreglos.

Si buscábamos el “hit” o el “himno” del disco lo encontramos en “Chaising the Bullet”  pues intuyo que va ser la favorita de muchos por tener un coro tan pegajoso y ser fácil de recordar. Mención aparte merece la grandiosa “When Doomsday Comes” que para mi gusto es la mejor pues tiene la participación del legendario teclista Don Airy (Deep Purple, Rainbow).

Entre las más pesadas colocaría a “No rest for the wicked” y “Balls to the working man” que sirven para finalizar el álbum con buenos solos de guitarra y en especial en la última con la oportunidad de Nigel Glockler (batería) de lucirse un poco.

Al terminar ésta reseña lo pertinente no es decir si buen un buen disco o no,  es preguntarnos cuantos años más nos quedan de disfrutar de estos dioses vivientes.

9/10

PD: la portada si está horrorosa 😛


Anvil, una de las bandas más poco valoradas de la historia del heavy metal que alcanzó la fama y notoriedad que desearon por años con su película-documental “The Story of Anvil”, está estrenando su catorceavo disco de estudio con sus dos integrantes originales, Lips y Rob Reinner, y su bajista de muchos años  Glenn Five.

Realmente con bandas tan longevas es difícil encontrarse con discos que realmente sorprendan, y no porque sean malos, sino porque a través de los años han intentado mantenerse fijos en su estilo. Éste Juggernaut of Justice no es la excepción y con dos años de distancia de su antecesor, logra dar una buena impresión de lo que han venido trabajando actualmente.

El disco fue grabado en el estudio de Dave Grohl (Nirvana, Foo Fighters) y ésta vez con la suerte de lanzarlo bajo una discográfica especializada en el Metal como lo es The End Records de la ciudad de New York. Con tales facilidades, Juggernaut of Justice es un disco que suena bien grabado y mezclado pero me da la impresión que se le “ayudó” un poco a Lips a la hora de grabar las voces.

Como producto final se tiene un álbum al estilo clásico Heavy Metal pero con mayor velocidad, es un disco de enorme calidad y sonido excepcional, tienen ese sonido “anvil” pero hay canciones que ciertamente suenan como copia a carbón de otras bandas, por ejemplo me tomó solo escuchar una vez “On fire”, la número cuatro del disco, para darme cuenta que prácticamente estaba escuchando “Burn” de Deep Purple,  o la larga “Paranormal” de 7 minutos recuerda mucho a Black Sabbath y tal vez otras suenen un poco a Accept.

No se puede dejar de admitir que hay canciones realmente extraordinarias que llevan una velocidad que ni siquiera deja tiempo para pensar, tales como “When all hells breaking lose” que empieza con una batería detructiva  o “Running” que bien puede lanzarse como sencillo por ser de las mejores del disco.

Cierran el disco con Swing Thing, una instrumental de 3 minutos bastante divertida que además de ser heavy suena a jazz y le da la oportunidad a cada uno de los miembros de la banda de mostrarse en su instrumento. En términos generales lo encuentro bastante disfrutable pero tampoco va ser un clásico de la banda y menos el mejor lanzamiento “heavy metal” del año.

7.5/10


Warrant es una banda de Hard Rock/Glam Metal formada en 1984 que cosechó sus más grandes éxitos hace precisamente 20 años y de la mano de su clásico vocalista Jani Lane. Ahora las cosas para la banda han cambiado mucho pero no así su sonido característico, actualmente cuentan con Robert Mason (ex Lynch Mob) y con él graban su nueva producción “Rockaholic”.

No sé si fue suerte o inteligencia del resto de integrantes de la banda, pero contar con un vocalista que desde el principio se dedicó al hard rock le da mayor credibilidad a la banda y muchos menos detractores como los que se ganó Skid Row al irse Sebastian Bach y contratar a un tipo que los hace sonar como el peor rock alternativo tipo Nickelback.

Ahora bien específicamente sobre el disco, en todas las canciones tiene tintes ochenteros/noventeros cosa que es buena para los que agradecemos a las bandas no variar demasiado su sonido clásico. Ya a estas alturas de la carrera de éste tipo de bandas no buscan estar a la moda para salir en MTV, solamente quieren hacer la música que les gusta para ellos mismos y sus fanáticos de toda la vida.

En términos generales se puede decir que es un buen disco cargado de riffs que parece que fueron inventados hace dos décadas por su velocidad y armonía, solos de guitarra cortos pero efectivos y sobre todo coros pegajosos que hacen que las canciones no sean olvidadas fácilmente. Eso sí, como buena banda de Hard Rock no hay que esperar letras con más profundidad que fiestas, alegría, sexo y drogas.

Este disco no será una obra maestra y probablemente tampoco será el mejor de la carrera de Warrant, pero sí que se salieron con la suya de lograr que la atención se volviera a posar sobre ellos, bastante recomendado.

8/10